Aretha Franklin: Amazing Grace Javier Cuenca, Oxigenarte

‘Aretha Franklin: Amazing Grace’, gospel con la ‘Reina del Soul’

Aretha Franklin: Amazing Grace Javier Cuenca, OxigenarteJavier Cuenca

En ‘Amazing Grace’ nos encontramos, principalmente, con un documental sobre Aretha Franklin (ya encumbrada como la indiscutible ‘Reina del Soul’), sobre el gospel, sobre la iglesia bautista y cómo ha sido conduciéndose entre sus seguidores a través de la historia misma de los sonidos espirituales que los esclavos llevaron a la América ‘profunda’ del sur desde África.

Desde luego, un gozo para los amantes del gospel que podrán entender cuáles son las razones de su implantación en la comunidad negra norteamericana, ‘salvada’ de su difícil situación histórica en ese país a través de paroxismo y el éxtasis religioso que instrumentaliza en el documental el reverendo James Cleveland, líder del New Temple en Watts, Los Ángeles.

Asimismo, esta cinta que el propio Pollack había expresado su deseo de terminar antes de su muerte (acontecida en 2008) -y que luego concluiría Elliott estrenándose como director cinematográfico- es la muestra también de cómo se gestó uno de los más afamados discos de Aretha Franklin: ‘Amazing Grace’, que se abre con ‘On Our Way’ para casi terminar con la apoteosis musical y religiosa que la cantante pone en ‘Never Grow Old’ y a ‘Old Landmark’.

Por la cinta pasan figuras como los componentes de la banda ‘The Rolling Stones’, Mick Jagger y Charlie Watts, o la cantante de gospel estadounidense Clara Ward; y que cuenta con los músicos de Franklin (Cornell Dupree -guitarra-, Kenny Luper -órgano-, Poncho Morales -percusión-, Bernard Purdie -batería-, y Chuck Tainer -bajo-) para darle soporte, además del Coro ‘The Southern California Community Choir’ dirigido por Alexander Hamilton.

Este documental grabado en enero de 1972, que Caramel Films distribuirá en España, es un documento imprescindible para acercarse a esta música religiosa, que superpone la voz como un instrumento muy al margen del contenido de sus letras sencillas, casi sin desarrollar, y donde Pollack se mezcla como un personaje más de una grabación sin filigranas técnicas, que Elliot ha respetado y mantenido.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *