Este 27 de marzo se conmemora, un año más, el Día Mundial del Teatro, una celebración creada en 1961 por iniciativa del Instituto Internacional del Teatro (ITI). Cada año, en esta fecha, el ITI organiza un acto conmemorativo que este 2017 se celebrará en la sede de UNESCO en París. De forma paralela, compañías teatrales, teatros e instituciones organizan diferentes actos para rendir homenaje a esta rama de las artes escénicas.
Una exposición que, a través de la mirada del fotógrafo Manuel Achaerandio, realiza un recorrido por el teatro independiente de los años 70 en Málaga, será la protagonista de la programación de Diputación. La muestra, titulada ‘Teatro, motor de cambio’, se inaugurará este viernes 24 de marzo, en el espacio expositivo de la Diputación de Málaga (C/ Pacífico, 54), en un acto con entrada gratuita que comenzará a las 20 horas y que contará con la presencia del autor, Manuel Achaerandio, y del director de la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba, Rafael Torán.
El acto se completará con la lectura del Mensaje del Día Mundial del Teatro, que cada año escribe alguna importante personalidad relacionada con el mundo del teatro, y que este 2017 ha estado a cargo de la actriz francesa Isabelle Huppert. La actriz y profesora de literatura Virginia Téllez será la encargada de leer el mensaje, y a continuación el colectivo A Telón Cerrado ofrecerá una lectura dramatizada de ‘El barco de papel’ de Miguel Romero Esteo.
La exposición podrá visitarse hasta el próximo 12 de abril, de lunes a viernes, en horario de 10 a 14 horas.
‘Teatro, motor de cambio’
El ingeniero y fotógrafo malagueño de raíces vascas Manuel Achaerandio ‘Atxa’ presenta en esta exposición una serie de 48 fotografías realizadas entre los años 1975 y 1980, fechas clave en la historia de España. Como él mismo explica, la década de los años 70, “fue en muchos sentidos extraordinaria. Supuso el fin de una larga dictadura y el inicio de un nuevo período democrático en España. Pero también, y al amparo de esto, supuso mucho más. El Teatro, como otras de las muchas manifestaciones culturales, se imbricó en esa época tan especial, y fue uno de los escenarios de las inquietudes y luchas de un pueblo por manifestarse. Fue sin duda alguna, uno de los motores de cambio de una sociedad que en aquellos momentos, lo deseaba y lo exigía. El Teatro Independiente de la década de los 70, fue así mismo una muestra clara de que la Creación no tiene límites, o no debería tenerlos. Arte, Ingenio, Ilusión y unas ganas tremendas de decir algo en aquel momento tan importante. Todo esto llevó a la gestación de un gran número de grupos de teatro, algunos al amparo de las Escuelas de Arte Dramático de la época, pero otros, la gran mayoría, por el tremendo ímpetu de unos emprendedores que hicieron del teatro su forma de expresión más significativa”.
Es aquí donde Manuel Achaerandio pone su objetivo, ya que durante algunos de estos años participó en muchos de estos trabajos y fotografió a los diversos grupos teatrales que se crearon en Málaga durante aquella época y que acompañaron la historia de los primeros años democráticos.
La exposición transcurre en los tres espacios que en los años 70 dinamizaron la escena: la sala Falla del Conservatorio Superior de Música y Escuela de Arte Dramático; los Comedores Universitarios –auténtico escaparate de la escena malagueña– situado frente al Conservatorio; y el patio de San Agustín, donde se ubicaba la Facultad de Filosofía y Letras, sede de los talleres de teatro de la universidad dirigidos por Romero Esteo. También hay algunos espacios exteriores, como Torremolinos, Cortes de la Frontera y el Teatro Romano.
Las fotografías han sido agrupadas en seis bloques temáticos. Por un lado las fotos a color irrumpiendo en contrastada alegría del grupo Mojigangas en una actuación en Torremolinos, un intento de llevar el teatro a la calle. Otro bloque centrado en el foco más personal de Manuel Achaerandio, que fue miembro del grupo Tespis surgido en la Escuela de Arte Dramático, y además incluye fotografías de algunas muestras del alumnado. Un tercer bloque dedicado a dos grupos foráneos: Aula 6 de Granada y Ditirambo Teatro Estudio de Madrid, que estuvieron vinculados con Málaga por intercambios de actores y por ser Málaga lugar de acogida permanente de sus trabajos. Un cuarto bloque dedicado a Romero Esteo porque recoge fotografías de sus montajes presentados en el patio de San Agustín, y en un quinto bloque entran fotos de dos grupos independientes del momento: Toná y Aguarrás, que se fusionaron. Para terminar la exposición hay un sexto bloque que el autor ha querido dedicar a retratos de algunos protagonistas de aquella época, una etapa que, como explica Rafael Torán, estuvo “muy marcada por la necesidad de hacer, de construir, de iniciar caminos, de labrar un futuro, de cambiar un paisaje, de un deseo enorme por comunicar, de un extraordinario ambiente de emprendedores, de muchísimo esfuerzo y muchísima escasez, de una extremada ilusión por expresarse, convencidos de que se salía de una etapa oscura y que estaba todo por hacer.”
La mayoría de las fotos escénicas expuestas fueron tomadas con la luz de escena. En ningún momento se hicieron pases especiales para prensa y fotógrafos como en la actualidad. No se trucó ni se preparó nada, por lo que entraban en juego tres factores claves: el dominio técnico, la mirada del fotógrafo y la percepción.
“Son solo cinco años y no están todos los que vivieron esa época”, explica Torán, “pero si está bien recogido el mismo motivo y ha dado pie esta exposición a que se hable del inicio de un motor, de una modernidad que nos ha llevado al día de hoy. Fue un motor de cambio que arrancó y que nadie sabía hasta cuándo”.