Usuarios de la Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil (USMIJ) del Hospital Regional Universitario de Málaga (Hospital Materno), junto a estudiantes de Bellas Artes de la Universidad de Málaga (UMA), han transformado con dibujos parte de los espacios del Servicio para plasmar las emociones que les genera el medio hospitalario. El objetivo es originar lazos materiales y emocionales entre esta Unidad clínica y los pacientes, así como favorecer la construcción de la identidad a partir de la creación.
Denominada ‘Dibujar-nos’, esta actividad se ha llevado a cabo en total colaboración entre las partes. Por parte del hospital, han participado diez menores usuarios de esta unidad, con edades comprendidas entre los 6 y los 16 años, además de un psiquiatra infantil, una enfermera, una terapeuta ocupacional y dos monitoras. En cuanto a la Facultad de Bellas Artes, han colaborado en este proyecto nueve estudiantes y profesores, incluidos el decano y la vicedecana de Estudiantes.
La actividad, realizada durante cuatro horas, se ha llevado a cabo en las paredes del pasillo del Hospital de Día, una zona común de acceso a los talleres, consultas y enfermería, que, a su vez, sirve de sala de espera. De forma previa, un profesional del Hospital Regional Universitario acudió a la Facultad de Bellas Artes para ofrecer una sesión de formación teórica previa sobre las fases del desarrollo psíquico y su correlato en la expresión artística, así como aspectos clínicos básicos en Salud Mental Infantil y Juvenil.
El responsable de Programas del Hospital de Día de la USMIJ, el psiquiatra Joaquín Urquiza, que además es licenciado en Bellas Artes, ha sido el encargado de coordinar este proyecto. Así, señala que esta actividad artística, que supone la “intervención en el espacio”, ha pretendido ser una experiencia inclusiva para los menores, con patologías diversas como autismo, síndrome de Asperger, trastornos del déficit de la atención con o sin hiperactividad, trastornos de conducta y cuadros depresivos. «Se ha seleccionado a 10 pacientes, algunos aún en tratamiento en el Hospital de Día, priorizando su estabilidad clínica actual y sus inquietudes artísticas», añade.
Ocio y clínica
El psiquiatra asevera que esta idea combina la intervención lúdica y la clínica, «dos aspectos que consideramos terapéuticos y usamos habitualmente en nuestra unidad por sus beneficios conocidos en términos de Salud Mental y alivio sintomático”. Esta intervención se enmarca en la práctica psicoterapéutica y sus fundamentos sobre la construcción de la identidad y de la representación del cuerpo a partir de la creación plástica como expresión previa al lenguaje escrito y verbal.
«Desde lo patológico se observan correlatos entre síntoma y producción plástica que pueden leerse clínicamente como argumentos para el proceso diagnóstico y/o terapéutico. Se pretende por tanto un desplazamiento desde el lenguaje médico al artístico; desde lo racional, científico y cultural a lo intuitivo», señala Urquiza.
Los dibujos que han transformado la unidad reflejan contenidos inconscientes, imaginarios y simbólicos, ya que se ha partido de la premisa de la expresión libre y espontánea. Dado que se pretende que la decoración de los espacios perdure en el tiempo, los materiales empleados han sido previamente seleccionados para la actividad.
Por parte de la Facultad de Bellas Artes, la profesora Cristina Peláez señala que, «pese al atrevido y expresivo resultado plástico de la actividad, el verdadero éxito de Dibujar-nos ha sido el propio encuentro, la facilidad con la que ambos colectivos se han integrado y han colaborado», agrega. Para Peláez, la actividad ha sido la excusa «perfecta» para que se produjera el encuentro social entre los menores y las estudiantes, «ya que tanto el personal de esta unidad como sus pacientes están muy familiarizados con el dibujo al ser una herramienta fundamental en sus tratamientos.