Exposición homenaje a Juan Antonio Ramírez en el Rectorado


La sala de la planta baja del Rectorado de la Universidad de Málaga (UMA), ha inaugurado la exposición El bricoleur y la ciudad: Juan Antonio Ramírez y el ecosistema del arte en Málaga 1980-2000, una muestra en la que se rinde homenaje al brillante y rompedor catedrático de Historia del Arte de la UMA, Juan Antonio Ramírez, y a su relación con la ciudad y con los artistas que en ella trabajaron entre 1980-2000. Una ocasión única para tener una visión de conjunto de la realidad artística de Málaga en las dos últimas décadas del s.XX, en una muestra alegre, divertida en la que tanto las comisarias como el responsable de la escenografía han tratado de reproducir el mundo positivo de Ramírez y su idea de un arte accesible y democrático.
Rocío de la Villa Ardura, profesora de Estética y Teoría de las Artes en la Universidad Autónoma de Madrid y Maite Méndez Baiges, profesora de Historia del Arte en la UMA y discípula de Ramírez han asumido el papel de comisarias y Diego Santos, artista multidisciplinar y amigo personal del homenajeado, ha sido el responsable del diseño expositivo. El recorrido de la exposición está articulado en cuatro bloques:

1) Se destaca su papel como promotor de la acción pública Fiesta picassiana: La ascensión del Guernica a los cielos, celebrada en la Plaza de la Merced el 24 de junio de 1981, en el marco del retorno del Guernica a España y la celebración del centenario de Picasso. Atmósfera a la que contribuyeron pintores de la denominada figuración malagueña con versiones paródicas de las Señoritas de Avignon.

2) Construcción y decoración de El Templicón (1982-1985), que construyó Juan Antonio Ramírez concibiendo un programa iconográfico llevado a cabo por Carlos Durán, Gabriel Padilla, Pepe Seguiri y Antonio Olveira; y obras de otros pintores de la época, interesados por la arquitectura como Calvo Capa, Daniel Muriel e Isabel Garnelo.

3) El estilo del relax (1985-1987) y el ecosistema del arte en Málaga: con pinturas y dibujos de Diego Santos, fotografías de Carlos Canal y piezas de mobiliario. Seguidos de la plural vertiente conceptual y semiótica en Málaga: con testimonios de acciones de Agustín Parejo School y esculturas-objetos de José de la Calle y Francisco Chica.

4) Juan Antonio Ramírez bricoleur (1990-2000), con piezas de latoflexia, que fueron expuestas en la Sala Moreno Villa del Ayuntamiento de Málaga, y siete lámparas, creadas para iluminar una casa familiar en Buitrago y que nunca antes habían sido expuestas en público.
Cada uno de los espacios está introducido por un texto del propio catedrático en el que Juan Antonio Ramírez relata cómo se organizó la ascensión del Guernica a los cielos y como se ejecutó el Templicón; se refiere a los trabajos de la nueva figuración malagueña, sin olvidarse de los artistas más conceptuales; narra el viaje con Diego Santos por la costa a la búsqueda del estilo del Relax o habla de las creaciones de la Agustín Parejo School o de la semiótica del arte de Pepe de la Calle y Paco Chica; antes de explicar su propia obra, los trabajos decorativos con latas usadas: todo un cántico al concepto democrático y antielitista del arte que siempre defendió el profesor Ramirez
Una reconstrucción de época con carteles y revistas, catálogos de exposiciones en las que contribuyó, libros y dedicatorias, cartas manuscritas y vídeos que recogen acciones e inauguraciones de exposiciones en las que fue protagonista. Con el fin de recrear las convicciones de Juan Antonio Ramírez ante el arte contemporáneo: sus reticencias ante el sistema del arte (encorsetado por las instituciones y manipulado por el mercado), su rechazo de la mistificación de la “genialidad” frente a su defensa de la creatividad (“cada hombre, un artista”) y su importancia para el conjunto de la sociedad.

La exposición muestra la labor de Juan Antonio Ramírez –fallecido en 2009 de manera repentina con 60 años- y a su relación con Málaga desde 1980: con la UMA y con el rico y plural ambiente artístico de la ciudad en la época de la movida malagueña. La muestra pone en evidencia la importancia que tuvo su figura en Málaga y cómo su vivencia en esta ciudad fue decisiva en su trayectoria profesional y creativa. El discurso expositivo recoge esa interacción entre Juan Antonio Ramírez y la ciudad en el efervescente panorama de la cultura malagueña.

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