El Festival de Málaga estrena este año apellido (‘Cine en español’) y su reflejo en el programa está presente, entre otras citas, en el Foro de Coproducción Audiovisual de Uruguay. Juan Antonio Vigar, director del certamen, ha destacado la importancia de la industria como “músculo” del cine. Su refuerzo pasa por la colaboración, en este caso con Uruguay, cuya producción es “enormemente importante y de calidad”. “Nos parecía fundamental desarrollar un trabajo más directo y cercano, generar mayor complicidad con un producto y país concreto y que a partir de ahí se pudieran armar proyectos que a todos nos interesaran”, ha explicado antes de pasar el testigo a Inés Peñagaricano, coordinadora general del ICAU (Dirección del Cine y Audiovisual Nacional).
Peñagaricano ha equiparado la trayectoria del Festival de Málaga con la propia cinematografía uruguaya, ya que opina que ambas han dado “pasos importantísimos” en estas dos décadas. “Hemos pasado de no tener apenas estrenos anuales de ficción a tener una programación continuada. En este camino de veinte años España siempre fue clave”, ha reflexionado Peñagaricano, que ha indicado que “el vínculo con lo internacional en un país como Uruguay es clave para que la ‘cancha’ siga adelante”, en referencia a los productores más jóvenes.
Mariela Besuievsky (productora de películas tan relevantes como El secreto de sus ojos y Los crímenes de Oxford), ha introducido su charla comunicando su satisfacción por la celebración del encuentro, que sin duda ayuda a que “Uruguay se haga más visible”, ya que por “tradición histórica” tiende a “pasar desapercibido” al tener a dos naciones como Argentina y Brasil “a los costados”.
Para ilustrar la evolución de la industria cinematográfica uruguaya, la productora de Tornasol Films ha contado una historia personal: la primera película que produjo (El dirigible, 1994) fue seleccionada para la semana de la crítica del Festival de Cannes y desde la organización le pidieron que entregase un “certificado de nacionalidad”. “No tenía dónde recurrir y acudí al ministro de Cultura”.
«Ahora que Uruguay cuenta con una industria mucho más consolidada, su reto, según la productora, es “solidificarla y agrandarla para producir y exportar”. “Tiene que ganar a su propio público y también espacio internacional, así como investigar nuevas vías de relación”, ha añadido.
Pero para esto es necesario “establecer y actualizar las reglas para hacer la coproducción más fácil y viable”.
2017-03-20