El Rectorado de la Universidad de Málaga (UMA) -el marco del espacio ‘5 minutos de cine’- ha sido el escenario de la presentación del tráiler de El último unicornio, una realización dirigida por Carmen Blanco, cuya idea inicial se gestó en la propia universidad. Junto a Blanco estuvieron presentes buena parte del equipo técnico y artístico, entre ellos las protagonistas Blanca Parés y Tusti de las Heras, además de Jacobo Herrero (director de fotografía), Marina Calle (directora de producción) y Javier Gómez (editor).
La cinta, “profundamente malagueña” según Luis Alegre, moderador del acto, trata sobre las vacaciones de verano de Eva, una joven que viaja a su ciudad natal tras un largo tiempo. Allí se reencontrará con Rubén, su antiguo mejor amigo con el que perdió el contacto hace años después de que el chico pusiera fin a su relación inesperadamente, sin explicaciones ni despedidas.
La película surge, en realidad, del abismo (y de ahí también el nombre de la productora). Carmen Blanco, Marina Calle, Javier Gómez y Jacobo Herrero concluyeron sus estudios de Comunicación Audiovisual en la UMA y, con las manos y los bolsillos vacíos, marcharon a Madrid. Allí fue donde se propusieron “el sueño y el objetivo de hacer una película con escasos medios” y para ello recurrieron al crowdfunding. En cuatro días habían recaudado 4.000 euros, por lo que ampliaron la cuota alcanzando los 30.000 del presupuesto final, gracias también a la colaboración de algunas empresas.
Blanca Parés (Julieta, El secreto de Puente Viejo) se encontraba en ese momento en una situación similar: “llevaba un tiempo sin trabajar. Estuve durante dos años seguidos en una serie y después caí en el abismo de los actores”. A Parés la llamó entonces su representante para hablarle de El último unicornio. “Me dijo que era un proyecto pequeño, con poco presupuesto, pero con un guion muy interesante y bien escrito”, ha contado la protagonista de la película.
Por otro lado, la directora tenía claro que quería hacer una “película generacional” que hablase de “lo difícil que se hace a veces cerrar etapas de nuestras vidas”. “Yo parto de un sentimiento, de perder a alguien muy especial, en este caso tu mejor amigo. Me hago la pregunta de qué pasaría si después de tanto tiempo esa persona vuelve a aparece en tu vida”.
Más allá de calles o zonas concretas, el equipo de la película quería que el lugar “tuviera sentido con la historia”. “No queríamos enseñar la noria porque fuese muy bonita”, ha contado Marina Calle, que se ha encargado de las labores de producción. “Lo que hice fue coger mi infancia y trasladarla a la película: el balcón en el que te has puesto a comer pipas con tu amiga, la calle residencial donde vivía el chico que te gustaba, la playa… Es una película muy malagueña”, ha sentenciado.
El último unicornio tiene como localizaciones Málaga, Rincón de la Victoria y Benagalbón, aunque las tres forman parte del mismo espacio: una ciudad que representa el origen al que a, a veces, cuesta retornar y otras tantas separarse de él.
Ahora Abismo Films pretende presentar la película a festivales nacionales e internaciones que acojan este tipo de cine de bajo presupuesto.
2017-03-20