La Casa de la Cultura de Fuengirola acoge la exposición itinerante ‘Gesto de la Naturaleza’ del artista Miquel Barceló. Tras su paso por Genalguacil, y de la mano del centro de cultura contemporánea de la Diputación de Málaga, La Térmica, llega a este municipio de la Costa del Sol para quedarse hasta el día 23 de febrero. La muestra está realizada en colaboración con la galería malagueña GACMA y está abierta al público de lunes a viernes, de 9 a 14 horas y de 17 a 21 horas.
Antonella Montinaro, comisaria de la exposición ha explicado que “es un placer empezar el año en Fuengirola con esta exposición, que al igual que la muestra de Salvador Dalí que se expuso el año pasado, está planteada desde un punto de vista muy didáctico, pues todas las obras están repartidas en bloques temáticos que facilitan su comprensión para todo tipo de público».
En esta muestra titulada ‘Gesto de la naturaleza’ se siente a un artista que piensa, manipula y depura un proyecto que toma forma en el contexto de la naturaleza, de su propia existencia.
Montinaro ha explicado que el corpus principal de la exposición está compuesto por una selección de piezas de la serie Lanzarote, un proyecto compuesto por 64 piezas que el artista comenzó a finales de los noventa y es uno de los más representativos realizados por Barceló en la obra gráfica.
En la serie ‘Lanzarote’ aparece el primitivismo influido por sus largas y repetidas estancias en África, serie que tiene gran variedad temática y técnica, es un recorrido por su iconografía más sensual y vital. En las obras presentadas se encuentran aguafuertes y aguantintas en la que representa animales, bodegones, naturalezas muertas, marinas.
Pero no sólo son presentes los elementos naturales, asimismo alberga una selección de obras de la subserie ‘Pornográfica’ en las que el último elemento existente en ellas es el acto sexual, ya que primero muestra la interactividad de los cuerpos, creando nuevamente una coreografía de ritmos internos.
En 1991 realizó la serie ‘Acróstico de cabras y de burros’ para el Museo del Prado. En estas cuatro obras, pintadas a modo de díptico, Barceló aúna los conceptos desarrollados en la serie ‘Lanzarote’, tanto en la representación del animal como en las de sus naturalezas muertas. En ellas representa la vida y la muerte, el cambio y la corrupción, diseccionando los elementos, reduciéndolas a meros trazos formales.
La última serie de la exposición está realizada en París en los años 90. En ella se observa un grafismo muy intenso. Una litografía titulada “In Mali”, creada en los talleres Item de Paris para acompañar su libro y la cuatro litografías de la serie Sekou, homónima del texto del Paul Bowles, realizadas en 1990 reflejan claramente esta fuente de inspiración, tal y como ha explicado Montinaro.
La muestra también incluye otra selección de obra gráfica de principios de los años 90 donde destacan las tauromaquias editadas por el galerista Bruno Bischofberger. Los toros se encuentran dentro de un todo concéntrico que es la plaza, pero aquí no es presentada como un elemento más del folclore hispano, sino que nos invitan a reflexionar sobre la vida y la muerte.
El artista
Miquel Barceló, premio Príncipe de Asturias de las Artes 2003 y Premio Nacional de Arte Gráfico 2014, es a día de hoy unos de los artistas españoles más presente en la escena internacional y sus obras son de gran potencia y muy cotizadas.
Su personal universo tiene como elementos recurrentes la visión del mundo como una vorágine y la obsesión por plasmar y reivindicar la presencia de lo orgánico en todas sus formas. De ahí que África, y en concreto Malí, le hayan servido como fuente de inspiración, base de sus texturas, colores y creatividad visceral.
El carácter experimental de su obra al incorporar materiales poco ortodoxos a su pintura, le acercan al laboratorio de grabado.