La Térmica acoge desde hasta el 8 de diciembre la exposición «Hiroshima y Nagasaki: cultura de paz». Compuesta por 45 imágenes de la fotógrafa malagueña Toñi Guerrero.
La exhibición se centra en las miradas, los rostros y la memoria de los hibakusha (supervivientes de las bombas atómicas) y también de miembros de segunda y tercera generación de los afectados, con motivo del 75 aniversario de los acontecimientos (6 de agosto Hiroshima y 9 de agosto Nagasaki).
El presidente de la Diputación, Francisco Salado, presentó esta muestra que estrena la nueva temporada expositiva de La Térmica hasta final de año. «Una exposición inédita, conmovedora, pero también cargada de esperanza, pues por una parte refleja la catástrofe, pero por otra, la capacidad de las personas para sobreponerse y afrontar el futuro con positivismo”».
En la presentación se contó con la presencia de la fotógrafa, Toñi Guerrero, del comisario de la muestra, el periodista Agustín Rivera, del director de La Térmica, Salomón Castiel, del director territorial de Caixabank en Andalucía Oriental y Murcia, Juan Ignacio Zafra y de Antonio Pedraza director de la Fundación Manuel Alcántara y Diego Narváez, de la Asociación de la Prensa de Málaga.
El proyecto, «que es un claro alegato a favor de la paz», tal y como ha afirmado Salado, combina en imágenes y texto la tristeza y el drama de los acontecimientos de 1945, con la capacidad de los habitantes de Hiroshima y Nagasaki de superar esta situación con alegría y optimismo. «Hoy en día, se han convertido en las ciudades más pacifistas del planeta», ha sentenciado.
La selección de 45 instantáneas responde a la vinculación de la muestra con la fecha 1945, final de la Segunda Guerra Mundial y de los bombardeos atómicos. Según los lectores del New York Times, se trata del mayor acontecimiento del siglo XX.
La muestra es un diálogo intergeneracional resultado del trabajo documental de Guerrero y Rivera en Japón en el verano de 2019, donde visitaron ambas ciudades. Gracias a los encuentros con supervivientes y jóvenes, captados a través de la cámara de Guerrero pudieron comprobar el cambio de mentalidad de la sociedad y su claro y activo compromiso con la educación para la paz y contra la proliferación de las armas nucleares. Ambos, tras su visita, destacan la capacidad del pueblo japonés para superar las adversidades en una clara simbiosis con la armonía interior.
Es por ello que «precisamente el 2 de octubre, fecha de la inauguración, es el Día Mundial de la No Violencia y por ello se ha elegido esta fecha para lanzar la exposición», ha informado el presidente de la Diputación.
Por su parte, Agustín Rivera, periodista, escritor y profesor de Periodismo en la UMA, ha explicado que «las fotografías de Toñi Guerrero ofrecen perspectivas diferentes de Hiroshima y Nagasaki. Rostros con memoria, colores, grullas, oraciones, explosión de emociones. Recuerdos, íntima epifanía de sentimientos. Es alegría, capacidad de superación; instantes de vida». Rivera ha sido corresponsal en Japón y enviado especial a Hiroshima y Nagasaki para Diario 16, El Mundo y El Confidencial.
Además, esta iniciativa está alineada con el punto 16 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, denominado «Paz, justicia e instituciones sólidas». Es una llamada universal a la adopción de medidas para erradicar la pobreza, proteger al planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad, dos activos a proteger para el presente y el futuro de la civilización.
Juan Antonio Zafra ha hablado de «como algo terrible se puede convertir en algo positivo, de lo que se puede aprender. Las fotos desprenden luz, color y esperanza».
La autora
Toñi Guerrero Barrionuevo, especializada en retratos y fotoperiodismo, ha publicado sus trabajos fotográficos en El Confidencial. Sobre «Hiroshima y Nagasaki: cultura de paz», Guerrero explica que «en Hiroshima y Nagasaki he percibido un dolor antiguo. Se ve en las personas mayores, quienes estuvieron cerca de aquellos acontecimientos. Se percibe distinto en los más jóvenes y distanciados de la historia, salvo aquellos que tienen sensibilidad por el tema o están muy conectados a sus mayores».
«He intentado transmitir el dolor que he sentido, tanto por los que desaparecieron, como por los que, estando vivos aquí, han sufrido y siguen sufriendo las consecuencias de la destrucción. He pretendido mostrar cómo es un país que ha perdonado, que ha aprendido el valor de la paz, que recuerda a sus muertos, que no quiere armas nucleares. Que, en definitiva, festeja todo lo que representa el pacifismo», ha afirmado la fotógrafa.
La muestra podrá visitarse en la sala 005 de La Térmica hasta el 8 de diciembre de 2020 de martes a domingo de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas.
El acceso a la exposición será libre con límite de aforo con un máximo de 25 personas, siguiendo el protocolo de seguridad diseñado con motivo de la pandemia por Covid-19. Se tomará previamente la temperatura, será obligatorio el uso de mascarilla, distancia de dos metros entre personas y se pondrá a disposición del usuario gel hidroalcohólico.
La muestra cuenta con la colaboración de la Fundación ‹la Caixa›, CaixaBank, la Asociación de la Prensa de Málaga, la Fundación Manuel Alcántara y Clínicas Rincón Dental.